Gustave Flaubert dijo alguna vez: "¿Qué puedo escribir que sea más inofensivo que mi pobre Bovary, arrastrada por los pelos como una cualquiera...?" Y eso ayuda a definir lo que siento por Emma Bovary, es decir que para mi, Emma es ante todo cautivadoramente patética, lo que hoy se llamaría una "loser"; aunque es obvio que la gente de su época la viera más como una amenaza que como el ser ingenuo y vulnerable que realmente era.
No se exactamente porque, pero las desgracias y estupideces de Emma me resultan mucho más divertidas y atrayentes que las Ana (Karenina); supongo que es porque nadie llama a su libro una novela de amor, ni se espera que se sienta simpatía por ella, también esta el hecho de que además de ella no hay ningún otro personaje ni subplots interesantes en el libro. Emma es el centro de todo (aunque no hace acto de presencia hasta pasado casi un tercio del libro) y no hay quien le gane (esa es otra cosa que amo), en esta historia no hay héroes, no hay personas atractivas ni simpáticas (aparte de los amantes de Emma) y aunque a veces pueda parecer árido o aburrido, a mi me parece muy interesante. Es como que Charles y el pueblo eran tan, pero tan sosos que casi apoyas a Emma por despreciarlos y si no, al menos ves las obvias consecuencias de lo que hace, una y otra vez en una satisfactoria/frustrante serie de decepciones.
Sí, creo que es eso, Ana se hacia la víctima y Emma también, pero ella era una bitch, cruel y egoísta de forma más descarada; no se, tal vez es un asunto entre Flaubert y Tolstoi, es sólo que el primero hace que los engaños me resulten mucho más entretenidos. Por otro lado, Emma no era de la realeza, no tenía dinero, ni títulos, ni vestidos, ni amigos, ni lugares divertidos a donde ir... su frustración me parece más justificada, su existencia más triste y además que siempre me gusta recordar que Ana no se quejó de su esposo ni de su vida hasta que se enamoró de Vronski.
En cuanto a los hijos, ahí si la culpo tanto como a Ana; tal vez con la diferencia que la hija de Emma no fue deseada, ni buscada y creo que nunca realmente amada por ella. Por otro lado, Sergio (el hijo de Ana) existió mucho antes de que su madre se mostrara disconforme con su vida, ella lo adoraba o así lo decía. No es lo mismo nunca amar a un hijo e ignorarlo siempre, que adorarlo y luego dejarlo botado; no es que una cosa sea mejor que la otra (de hecho una es tan detestable como la otra), pero son diferentes.
Como libro e historia en general, Ana Karenina es mucho más amplio, complejo, profundo y fascinante; pero como personaje, Emma, no se... me divierten más sus desgracias, ahhh, como me encanta decir "grr.. Emma estúpida" mientras leo el libro.
Emma también se suicido, de una forma tan tortuosa, melodramática, dolorosa y horrible como Ana, incluso mucho más larga y angustiosa ya que hubo mucha espera hasta que el arsénico la matara y Charles tuvo que presenciar y sufrir toda su agonía junto a ella en una nada dulce venganza. Y hablando del marido, Charles amaba a Emma y él no se daba cuenta de lo infeliz que era, pero no por egocéntrico, sino por ingenuo; el nunca le hubiera hecho a Emma o tenido con ella las actitudes que Alexis Karenin tuvo con su esposa; finalmente era un doctor de pueblo y no un político oligárquico.
Emma Bovary, la bella mujer niña que no pertenecía ni merecía la vida que le tocó, era mucho para un soso pueblo o así pensaba ella; con miles de ilusiones infantiles y una terca necesidad de drama adolescente, es decir adolescente a lo Marissa Cooper (The O.C.), no de su época... lo que mi abuelita llamaría "una loca", en busca de aventuras y situaciones novelescas, que amaba más el hecho de tener un amante que al amante en si. Es su cualidad adolescente, fatalista y casi inocente lo que la convierte en una Drama Queen y eso la hace más atractiva y menos odiosa.
Ella resulta en si misma no una, sino "La" novela sobre una mujer no buena, no adorable, no víctima, no respetable, no valiente y definitivamente no admirable... la villana de su propia historia. Emma, peligrosa pero sólo para si misma (bueno y para Charles), autodestructiva como toda buena Drama Queen, buscándose sufrimientos y problemas para escapar del tedio. Esa mujer cuyo creador no podía entender por qué resultaba tan ofensiva, fue mi primer clásico europeo, me enseñó por qué un clásico es un clásico y Emma... Oh Emma, amo tu historia sin amor, sin felicidad, sin happy ever after; la historia de una mujer reckless, obteniendo su poco glamoroso merecido, muriendo de una forma tan vulgar como la vida e identidad de la que siempre quiso y nunca pudo huir.
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